23 agosto 2013

01 agosto 2013

SAMAIPATA

Es un pueblo mishtico, con una energía espeshial. Habitan 26 nacionalidades y es muy frecuentado por turistas. Está ubicado en un valle, cuenca… no sé. Tiene un entorno natural muy atractivo, entre caídas de agua, el parque Amboró y a escasos 9 kilómetros se encuentra el fuerte y ruinas de Samaipata, declarado Patrimonio de la Humanidad.

El fuerte es un lugar utilizado según se estima como punto de encuentro entre las comunidades de los valles, de las selvas y del altiplano. Punto de encuentro ceremonial y también como de intercambio de especias varias. Su característica principal es que esta hecho en una roca tallada. Es decir, no hay construcción si no que trabajo en bajo relieve en la roca misma. Posteriormente llegaron los españoles que utilizaron este lugar como punto estratégico para controlar el comercio. Obviamente construyeron encima e hicieron lo que ellos bien sabían hacer. 

A este pueblo se le conoce como Samai-trapa, pues todos se quedan un poco pegados. Nosotros nos quedamos casi 1 mes. Primero en “El Jardín”, un lugar precioso, pero un poquín jipi-taquilla. Por lo tanto al día siguiente pos desayuno, mientras la gente hacia alguna actividad física mística, escapamos y nos fuimos al “Centro Cultural Samaipata”. Aquí nos quedamos como 3 o 4 días, lugar donde Elisa se deshizo en diarreas y vómitos, y yo me deprimí por mi pieza carcelaria. No obstante llego Amarú, nuestra amiga chilena residente en Samaipata, nos rescató y nos llevó al “Killa T’hika”, un bar-hostal de la inconfundible Cynthia.

Killa T’hika podría ser un tema aparte, pero nos referimos brevemente. Bueno aquí habitamos casi todo el tiempo que estuvimos en el pueblo, y lo hicimos como “voluntarios”. Nuestra misión: pintar unas telas para el bar. Además de eso, rehicimos la cocina, ordenamos el patio, y otras cosas más. En nuestra estadía conocimos a muchos personajes, que finalmente iban dando el perfil del lugar, a veces un caos, a veces solo paz. Entre los más destacables estaban:

- Gabriel y Mariano, los músicos argentinos que estaban de voluntarios también y con los que organizamos un evento. 
- Los argentinos Fernando y Mateo, que hicieron explotar en ira varias veces a Cynthia, hasta que Mateo fue desvinculado del lugar. 
- Bruno y Carolina, unos argentinos reguena-onda, livianitos de sangre, joviales y buenos pa la cocina, de ellos aprendimos algunas recetas. 
- “Los Zarpados”, una pareja de uruguayos, recolectores de semillas, amantes de las huertas, el pan, "la medicina" y Rufino. 

Luego aparece la manga de chilenos, de hecho en un momento fuimos solo chilian pipol.

- Kathy y Paulina, las cabras músicas, buenas pa la sal y las golosinas, respectivamente, que además apapacharon a la francesa Lucille. Las podrán recordar por canciones como, “Me han robado el mar, me han robado el mar”. 
- El buen Agustín, personaje también, el único que no hacía cosas “arthishticash”, enfermero de vocación y viajero por convicción, con el cual esperamos encontrarnos más adelante.

Bueno con estos loquitos hacíamos cazuela, porotos granados, leche asada, pizzas, charquicán, panqueques, desayunos continentales, carreteabamos y varias veces nos hicimos cargo del bar. 

Para finalizar nombraremos a los habitantes oficiales:

- Cristian, el hijo de Cynthia.
- Rocco, un San Bernardo Gigante. 
- Charly un cocker pequeño. 
- Y bueno, obviamente, la gran Cynthia, la matriarca del lugar, a quien podrán recordar por canciones como “… lloooooorando se fue y me dejo sola sin su amor…” (Léase con ritmo de lambada) y “… ojos azules, no llores, no llores, ni te enamores…” (léase con ritmo de ojos azules no llores, no llores, ni te enamores). O por frases como “pucha ché” o “¿no me van a creeer?”, o “mateooooooooo”, o “que macana”, o “mi suuuuuper amigo…” o “Cristiaaaaaaaaaaaaaaaaaan”, o “Roccoooooo”, o “Charliiiiiiiiiiiiii (pausa) Charliiitooooo”. Cynthia un personaje que puedes odiar y a los 2 minutos amar, al igual que ella a ti. 

Si van a Samaipata tienen que conocer a Cynthia y al Killa T’hika, en su condición bar o en su condición hostal.

Bueno entre muchas cosas que pasaron, podemos destacar el encuentro de Luis con su amigo Jipi-Viejo (Cristian) de Chile, llevaba 2 años viviendo ahí, se había ocupado una casa cerca de un río a escasos kilómetros del pueblo, lugar donde fue atacado por una serpiente cascabel, por lo que tenía la mano gigante, como con elefantiasis, de hecho estuvo a punto de perderla. Ahí comprendí que mi mordida de mono fue una mierda.

También fuimos a Cuevas, unas cascadas cerca del pueblo, perfectas para un buen baño y para ser devorado por unas moscas minúsculas, inperceptibles. No obstante el festín deja resultados esteticamente deplorables para los canones occidentales de belleza.

Bueno se venía el 21 de Junio, año nuevo Aymara, por lo que Samaipata se llena de gente y por ende el hostal también. Así es que nosotros terminamos nuestro voluntariado, habilitamos el bar con su nueva propuesta visual y escapamos a la casa, momentánea, de la gran Amaru Shi, otro personaje, que estaba pasando por momentos especiales y cruciales en su vida, por lo tanto una compañía no le venía mal. Aquí estuvimos nuestro últimos días, fuimos al año nuevo Aymara en el fuerte, un carrete como cualquier año nuevo en Valpo (nuestra visión, ojo, pues si consigues pasarlo con una comunidad indígena, puede ser muy distinto) y luego nos fuimos de vuelta a Santa Cruz.


TENER EN CUENTA:

  • Minibus: $30 bs. p/p - 3 horas de viaje.
  • Alojamiento: $25 bs. p/p en el Centro Cultural Samaipata. $20 bs. p/p camping El Jardín. $15 bs. p/p camping y $25 p/p habitación en Killa T’hika.
  •  Para visitar el fuerte puedes tomar un minibús que cobra $80 bs. hasta 4 personas, ida y vuelta (te espera 1:30 hrs). Lo cual es bastante elevado considerando que el pasaje desde Santa Cruz sale $30 bs. y son 3 horas de viaje. Si no, se puede hacer como nosotros, caminando. Son 2 kms por la carretera, y luego la cuesta de subida 7kms. más. Caminando tranquilo demoras entre 2 y 2:30 hrs. Ida. Para la vuelta ya te puedes fletar en un auto que esté esperando y tenga cupo, te lleva por $10 bs. p/p hasta la plaza de Samaipata. Si no, caminando es casi pura bajada. No está mal.
  • Para ir a Cuevas puedes hacer de'o o tomar un bus que te cobra $5 bs. La entrada es de $10 bs. Vale la pena. Ojo con los mosquitos minúsculos.


Mirador Samaipata

Samaipata

Fuerte

En Cuevas, con Amaru Shi

Cuevas

Voluntariado Killa T'hika

Bar


23 junio 2013

CHIQUITANÍA

En la zona de chiquitos se encuentran los pueblos que forman parte de las misiones Jesuitas del siglo XVII - XVII. Son pequeños pueblos antiguos, muy tranquilos, de mucha historia, muy bellos por su característica estructura urbana, el templo, la plaza, los trabajos en madera y artesanía. Tienen un clima muy amable y hormigas gigantes. Los pueblos de la Chiquitanía tienen una distribución urbana muy ordenada y particular: Son amplias construcciones de un piso en adobe que abarcan toda una manzana con patios interiores. Las fachadas tienen techos con pilares de madera tallada que cubren las veredas. Y en sus muros tienen decoraciones chiquitanas en color ladrillo, ocre y negro. La Plaza principal suele ser grande con árboles hinchados en su tronco y copa rosada y blanca de flores. El templo es sencillo en arquitectura, muy potente en su decoración y característico por el tallado en madera, en los pilares, techos, altares, pulpito, bancas, etc.
El recorrido de los pueblos de las misiones se da con facilidad pues están uno seguido del otro, mas el acceso no es tan simple, pues en algunos pueblos la locomoción no sale todos los días. Por lo general una vez al día y en la tarde-noche, entonces no puedes ir por el día. Si tomas un expreso (privado) sale bastante caro. Un día por pueblo es una buena cuota, y los más pequeños se recorren en una tarde.  Típicas son las Chiquimasas. Les recomendamos NO probar la de maíz con Chicharrones, si han de hacerlo asegúrense de tener un líquido cerca, idealmente dulce.

Nosotros visitamos (en orden):

San Xavier, 1691. La más antigua del circuito. Templo barroco mestizo. Columnas talladas en madera policromada con pigmentos naturales.

San Xavier


Concepción, 1709. Es muy monono. Considerado la joya misional por su imponente conjunto arquitectónico religioso. Tiene varios lugares interesantes para visitar. Está el Museo Misional donde se pueden apreciar los objetos que pertenecían a los templos de gran mayoría de las pueblos misionales (con la misma entrada se puede entrar al Templo). El archivo de música barroca. Talleres de trabajo en madera y pintura. Y además una represa habilitada para baño, pesca y picnic. Hay un consultorio, donde hacen curaciones. El doctor a cargo es tan hábil que puede hacer curaciones con una mano, mientras come Yuca con la otra, y simultáneamente ve la imperdible novela de la tarde.

Concepción


San Ignacio de Velasco, 1748. Es el centro poblado más grande de la ruta misional. Templo tiene un altar tallado en madera y cubierto en pan de oro. Se puede visitar la laguna y hacer un picnic en el balneario, está relindo. Existe también una cooperativa de productores de café orgánico llamada “Minga”. Está muy bueno y no es caro. Acudimos a un internet donde los adolescentes masculinos iban a jugar en línea. Habíamos olvidado el estado que adquieren los jóvenes, entre los 12 y 15 años, cuando se enfrentan a esta clase de desafíos virtuales. Son capaces de desarrollar un particular sistema de comunicación, el cual consta de balbuceos, gritos, contorsiones corpóreas y colapsos nerviosos muy próximos a ataques de epilepsia. Uno, como fortuito espectador, no sabe si reír, asustarse, arrancar, ignorarlos o golpearlos en reiteradas ocasiones. Optamos por imitarlos para que nos vieran como pares. Solo conseguimos parecer unos imbéciles y ser vistos con desprecio por aquellos pubertos ejemplares.

San Ignacio


San Miguel, 1721. Su templo es la edificación más importante. El altar es único, está tallado en madera y mantiene su cubierta de láminas de oro original. San Miguel es un pueblo pequeño y se puede recorrer en un rato. Ideal para un paseo por la tarde. Mientras contemplábamos el interior del templo, escuchamos que comenzó a sonar la campana. Pensamos que era hora de la misa, así es que nos asomamos hacia la entrada, y bueno, presenciamos un grupo disminuido de personas concentradas en la entrada del templo. En los peldaños, parado el cura diciendo unas palabras y bendiciones. Nos acercamos un poco para ver de qué se trataba: en el centro del aglomerado, en el suelo, un cajoncito diminuto de unos 50 cm. Abierto Conteniendo una guagüita de pocos días, tal vez horas. Unas palabras del cura en el frontis del templo, y luego llevaron el cajoncito, abierto por las callejuelas, suponemos que directo al cementerio.

San Miguel


San Rafael, 1696. Segunda misión fundada. Su templo fue el primero en ser construido. Conserva valiosas piezas de la época, como pinturas en lienzo, su altar en chapado en Mica Rosa y muebles tallados en madera. El techo fue restaurado utilizando materiales con los que originalmente fue construido (madera y caña).

San Rafael


San José de Chiquitos, 1698. Es el único del conjunto misional que tiene su fachada construida en piedra. Presenciamos la restauración de piezas de la Iglesia, principalmente de madera nativa. En la hostal vimos la final de la champion, junto a un paraguayo y unos caballeros bolivianos que nos explicaron un poco la situación político-social de Bolivia, aclarando eso sí, que los “Cambas” (así se les llama a los del Oriente. Los altiplánicos son los “Coyas”) son esencialmente anti Evo. Finalmente no hicimos mucho en San José, aparte de lo relatado y de comer, dormir y obrar. Para regresar hacia Santa Cruz tomamos un mini bus. No obstante aquí se puede tomar el tren hacia Santa Cruz, o hacia el sector del pantanal Boliviano, frontera con Brasil.

San José de Chiquitos


Post recorrido de la Chiquitanía, con sus templos, arquitectura y arte sacro, Elisa desarrolla una obsesión por el barroco mestizo chiquitano, específicamente con sus pinturas decorativas de motivos naturales y vegetales, lo cual se ve reflejado en su incansable dibujar, dejando de lado las atenciones a su hombre. 

También podemos agregar que esta es una zona esencialmente agrícola, por lo que se pueden ver muchos “menonitas”, personajes bastante especiales en todo sentido. Los menonitas son comunidades cristianas, seguidoras de la biblia, pacifistas y se dedican a trabajar la tierra, siendo claves en la economía boliviana. Se supone que llegaron Bolivia a mediados de los '50, provenientes de México, Cánada y Estados Unidos, claro que los originarios llegaron a América provenientes de Rusia. Son todos rubios. Viven en colonias. Visten todos iguales, jardinera de jeans azul intenso y camisa cuadrille los hombres. Las mujeres con vestidos desde el cuello hasta los talones, y pañuelos cubriendo la cabeza. Sus hijos visten de la misma forma. Acuden al colegio solo hasta 4º o 6º grado, para aprender a leer y escribir, además de las operaciones matemáticas básicas y obviamente la biblia. Luego de eso pasan a ser mano de obra en las colonias. Si se bañan en un río , lo hacen absolutamente cubiertos. Tiene prohíbido tener objetos tecnológicos como celulares o computadoras. Tienen prohíbido escuchar radio, escuchar música y tocar instrumentos musicales. No poseen vehículos, ni maquinaria moderna para la producción agragaria, es decir, ocupan arado y tracción animal. Son absolutamente autosustentables. Todos estos detalles que les contamos son averiguaciones con la gente local, por lo que puede haber cierta tergiversación de los hechos o mitificación de estos personajes. Lo que si está claro es que no pasan desapercibidos y que su quesos son muy güenos.


TENER EN CUENTA

  • Aprendimos algo nuevo: Hay que andar con fotocopia del pasaporte, de la visa y del timbre de entrada (para no andar con el pasaporte para todos lados). Pues si te topas con algún individuo de la migración boliviana y no tienes identificación (o fotocopia), tus panoramas del día se irán al carajo. Te harán una citación a “migración” para presentar tu pasaporte, o en el peor de los casos pedirte dinero a cambio de un buen pasar. En las carreteras también hay zonas de control donde revisan a los pasajeros y te piden el pasaporte, así es que hay que tener los papeles a mano, no al fondo de la mochila en la maleta del bus. Y Si les da la gana, te pueden revisar la mochila y las pertenencias.
  • Para moverse entre los pueblos de la Chiquitanía hay que averiguar bien los horarios y días de salida para hacer un buen recorrido y no quedarse pegado. En los tramos más cortos (San Ignacio – San Miguel – San Rafael) te puedes mover en taxi y te cuesta $12 bs. Los tramos más largos hay que hacerlos en bus (Concepción – San Ignacio y San Ignacio – San José) y te cuesta entre $40 y $60 bs.
  • Hospedaje San Ignacio de Velasco (Recomendado) “Betania”, a 2 cuadras de la plaza. $25 bs. p/p. Baño compartido, agua caliente y espacio común con mesitas bajo una enredadera de Jazmín. En la habitación hay un nuevo testamento solo con Salmos por si te animas a elevar alguna plegaria.
  • Para sacar dinero hay Cajero en Concepción, San Ignacio.
  • En San Ignacio hay Hospital público.


30 mayo 2013

SANTA CRUZ DE LA SIERRA

El viaje a Santa Cruz lo hicimos desde Ivirgarzama, en un “Noah” (llena y sale!), claro que no siempre llena, así es que tuvimos que esperar un buen rato para partir. Nos entretuvimos comiendo productos varios (salteñas, juguitos, dulcecillos). Finalmente partimos a las 11 am. El viaje en teoría dura 4 horas máximo, así es que estaba calculado para llegar a almorzar. Pues bien: a las 12:30 hrs en el puente de Yapacani, bloqueo de Maestros, el cual consistía en que el profesorado simplemente estaba ahí, conteniendo: sentados, acostados, durmiendo, comiendo, cantando, conversando, jugando naipes. Está bien, pues aparentemente abrirían a las 15 horas.  Esperar 3 horas no era tanto. Caminamos un rato, luego nos sentamos, nos paramos, comimos productos de la zona (asaditos, empanaditas, limonada, empanada de arroz, helado de azúcar, galletas, dulces), luego volvimos a caminar, nos volvimos a sentar, volvimos a comer...  y así. Pasando las horas ya no había tan buena disposición: Sol quemando fuerte, a ratos lluvia. A un lado de la calle mosquitos varios, al otro olor a orines y heces de todos los que esperábamos. Esperar adentro del auto no era opción pues uno de nuestros compañeros de viaje era un  chuñusco con fuerte olor a orín, con moscas que lo rodeaban, y se acostó cuan largo era en los 3 asientos del auto a dormir. Cuando finalmente ya eran las 15 hrs., nada! Luego resultó que abrirían a las 18…  luego a las 20..  luego  indefinido…  y finalmente a las 21 horas tras una disputa entre choferes rabiosos y maestros en paro, una maestra con un piedrazo en la cabeza y diálogos entre petardos, llantas y fuego, resultó que abrieron por un rato para que pasáramos los muchos que estábamos esperando desde las 10 am. Finalmente lo logramos tras 8 ½ horas de espera, llegando a Santa Cruz a las 23:00 hrs. 
Pero no cantemos victoria antes de tiempo! Llegamos con una lluvia torrencial que no tuvo compasión ni por 5 minutos. Nuestro chofer nos dejó en un punto muerto, en tierra de nadie y sin cobijo. Las calles estaban completamente inundadas hasta el borde y los triciclos de la tierra natal aquí no existen. Así es que la única alternativa fue tirarse al agua con bototos, pantalones y todo lo puesto. Lo importante es que sobrevivimos. Los zapatos aún están húmedos y huelen a mierda.

Santa Cruz es aparentemente la ciudad más babilónica de lo Bolivia, así nos lo habían anunciado antes y así lo pudimos comprobar. Cadenas de farmacias, supermercados, harta vida nocturna (se supone), burger kings, mucho vehículo lujoso, etc. Y además de todo lo anterior, en dos días vimos tres limosinas con niñas de 15 años gritando y vestidas de matrimonio. La ciudad está organizada de manera radial, todas las direcciones se dan haciendo referencia a los anillos (primer, segundo, tercero, etc). Dentro del primer anillo se encuentra el centro. Aquí la plaza central, bien monona y cuidadita, la iglesia o catedral y en sus alrededores algunos edificios históricos, como el “Centro Astrofísico de Neuroinmunología Micronuclear Freudiana” (mentira), el Centro Cultural y la Municipalidad (verdad).

Nos alojamos cerca de la Nueva Terminal (tercer anillo). Aquí haré una reflexión, ¿por qué demonios todas las terminales se llaman “Nueva Terminal”, si las otras nadie las conoce o solo hacen salidas a lugares pequeños?… en fin. Retomo: alojamos cerca de “La Terminal” porque es bastante más barato que el centro. De aquí teníamos locomoción para todos lados (Micro $2bs.), así es que no problema.


EL PAN
Hemos hablado antes de nuestra alimentación y ya conocen un poco el menú. Lo normal en condiciones de viaje sería prepararse unos panes y tratar de salvar con eso. Mas quisiéramos, pero acá el concepto de pan está muy alejado de los estándares mínimos del gusto, sobre todo para un chileno comedor de pan y admirador profundo de la tradicional “once chilena”. Primero, siempre está frío. Lo hemos intentado a todas horas y en todo lugar, pero nunca está caliente, estoy convencido que lo enfrían a propósito. Por lo mismo el pan nunca está del todo fresco, incluso se vende añejo y no es un tema importante. La consistencia es airosa y galletesca. No tiene peso. Si lo tratas de partir con las manos, se deshace. Y para finalizar, es dulce. Así es, la masa lleva una dosis de azúcar para transformar el pan en algo extraño (igual que las empanadas, el pan de queso, y otros).

Nos habían hablado de que Santa Cruz y sus alrededores se caracterizaban por tener amables embelecos para la hora del té. Dicho atractivo no lo podíamos pasar por alto, así es que salimos en busca de ello. Descubrimos un cafecito en el centro, que tenía muchos de estos atractivos;  Comimos leche asada, cachitos con crema pastelera y manjar (no dulce de leche), leche nevada, tiramisú, etc. Después de ingerir bastante, nos topamos con el maestro pastelero-panadero ¿y que creen? era chileno el perla. He ahí la razón de aquellos productos tan agradables al paladar. Después de charlar un rato, entre otras cosas, del pan, cada uno volvió a lo suyo. Al rato aparece el maestro de la cocina y nos avisa que en unos minutos más iban a salir 2 marraquetas para nosotros, cortesía del panadero. ¡Así es! ¡2 marraquetas! Pedimos un poco de mantequilla y ahí mismo no más, calientitas, con mantequilla derritiéndose… pa’ entro!





COTOCA:

Cotoca es un pueblo cercano a Santa Cruz. A media hora en el micro. Su gracia aparente es que hay artesanía (no vimos) y unas masitas típicas. Pero la mayor e inesperada gracia estaba por aparecer. Al caminar por la plaza, (por quinceaba vez), en el pasto de la misma, entre arbustos, caca de perro y más pasto, Elisa divisa un ser que se traslada a paso lento y sin apuro alguno, a un ritmo cadencioso e incluso robótico; un oso perezoso. Nos acercamos rápidamente (no sé porque) y lo pudimos admirar en toda su magnificencia. ¡Existen de verdad!, no son sólo de Animal Planet. Son seres muy extraños, como un mono anciano. Sus garras son gigantes, si se aferran a algo es imposible sacarlo. Su pelo es grisáceo, tieso a la vista, suave al tacto. Y su velocidad es realmente escasa, casi nula. “Sid” caminó hacia un basurero, lo trepó para luego aferrarse a una luminaria, la trepó para llegar a la rama  de “su árbol” y ahí quedó boca abajo, comiendo hojas. La gente del pueblo nos dijo que él habitaba la plaza (como una paloma) y que en la otra esquina, en otro árbol, vivía otro compañero perezoso. Aparentemente no pudieron escaparse del apresurado ritmo de crecimiento del pueblo y ahí quedaron a vivir, entre cemento, pasto y fierro. Además de eso hay que sumarle a su pausado vivir (digno de imitar), los transeúntes babosos que no paran de sacarles fotos y acariciarlos, para luego contar historias sobre ellos en un blog. Desde ese día, Luis cruza todas las plazas mirando las copas de los árboles con la esperanza de volver a encontrar, casualmente, un perezoso.





TENER EN CUENTA:

  • Minibus Ivirgarzama-Santa Cruz: $50 bs. p/p - 4 horas de viaje.
  • Alojamiento: $30 bs. p/p
  • Micro Cotoca: $3bs. Sale desde Monseñor O. Aguirre c/ Barrón. Al lado del Mercado Los Pozos.
  • En el centro artesanal cerca de la plaza, hay una información turística. Ahí te pueden dar un mapa y explicar los atractivos de la ciudad y de los alrededores.


04 / E.L.U.I.

COMIDA:

La comida es un tema importante para un sobreviviente. Una de las pocas cosas en las que hay que realmente preocuparse, es de tener donde dormir y qué comer.

En la vida citadina y acomodada, en donde uno programas su vida, sus comidas y su todo, es muy fácil tener control de las cosas que suceden. En el caso de la alimentación, se controla cuándo comer, dónde hacerlo, las cantidades que acomodan, y las variedades que apetecen. Acá no existe nada de eso: Comes cuando lo logras, donde sea, como sea, y lo que te tocó, y abordarlo no es nada de fácil. Podría ser una sopa fría en bolsa arriba de la parte trasera de un camión. Lo que sí está claro, es que hambre no pasarás.

El horario de almuerzo es muy importante y respetado (Ronda entre las 11:30 y 14:30). Absolutamente todo cierra para dicha ceremonia (incluso algunos restaurantes), calles abandonas y silencio en el aire.

La comida tradicional que se encuentra en el mercado y pensión consiste en 2 platos: sopa y segundo (Este menú es aplicable a desayuno, almuerzo, once y cena):
La sopa puede ser de arroz, de tallarines, de maní. Se sirve en un plato grande y consiste en un caldo con unas patas de pollo enteras, o unos huesitos de algo (para el sabor), más medio kilo de arroz o tallarines, más papa, chuño o yuca. Es muy similar a un plato de cazuela, bastante contundente. Y después de comer eso, que ya estás lleno, procedes a ingerir el segundo, que consiste en un trozo de animal (Pollo, milanesa, asado a la olla, chuleta), y sea cual sea que elijas, su acompañamiento es y será hasta la eternidad irrevocable e inmodificablemente! siempre el mismo (en la carta no existe el ítem “acompañamientos”). No importa lo que preguntes, lo que tengan, lo que intentes comunicar, que quieras hacer una modificación, Nada! Siempre…  digo SIEMPRE! terminarás comiendo: un plato con un cerro de arroz blanco de gran altura que abarca todo el diámetro del plato. Sobre eso 2 papas o yucas cocidas, acompañado a un ladito de una buena cantidad de fideos cocidos, y sobre todo eso un trozo de animal. ¡Ah!, y una hojita de lechuga, una rodaja de tomate y unos cortes de cebolla, en lo que podríamos llamar una intención de ensalada, generalmente escondida y sofocada bajo el arroz. (Si pudieron notar, son los mismos ingredientes que en la sopa, pero sin caldo). En conclusión es un cerro de comida por pisos; Si intentas cortar el animal, se desbordará el arroz para todos los lados y las papas rodarán. Si intentas poner la presa a un lado, se te caerá todo el resto por el otro lado. Luego, todo te hace sentido y entiendes porque todos comen con las manos. Si pides poco arroz y principalmente ensalada, lograrás una hoja más de lechuga y un poquitito menos de arroz. Si pides directamente sin arroz ni papa, sólo ensalada, simplemente no lograrán concebirlo, pensarán que entendieron mal, por lo tanto te servirán el doble de arroz y menos ensaladita.


Se podrán imaginar que tras ingerir esa cantidad de alimento, en el cual el 90% es carbohidratos, es muy difícil ir al baño con la frecuencia que corresponde. ¡Y cuando lo logras!, es más lento y tortuoso el proceso de evacuación. Tanto así que tras reiterados intentos, podrías desarrollar un cuadro de ano leporino.



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22 mayo 2013

03 / E.L.U.I.

MOSQUITOS:

Según Luchín, los mosquitos son moscas pequeñas, por lo tanto no pican. Creo que es lo más imbécil que he escuchado en mi vida. Ojalá todo fuera tan sencillo como esa deducción.

Aún no estamos en la selva, y los mosquitos ya son cosa seria: Existen en variados formatos y colores. Los más pequeños no se sienten y se encargan de hacerte el día intolerable.

Soluciones para ganar la batalla: (Aplicar todas juntas)

  • Tomar complejo B: Empezar 2 días antes de la exposición a los seres.
  • Pasarse limón por la piel.
  • Comer mucho ajo.( Asumiendo las consecuencia que conlleva)
  • No comer mucha fruta porque la sangre dulce los atrae más. (Asumiendo las consecuencia que conlleva)
  • Usar repelente permanentemente: Con la humedad y transpiración no dura mucho.
  • Cubrirse con ropa larga. (Sí, aunque haga calor)
  • Y cuando cae la noche, correr por sus vidas con las manos en alto en busca de un lugar seguro.

Si tienen el infortunio de ser alérgicos como yo y/o ya fueron picados:

  • Tomar Loratadina una vez al día. Se compra en farmacias.
  • Mentolatum a mano: El calor y la humedad activa la picazón.
  • Pasta de diente (receta de la abuela): Dicen que aplicando pasta de dientes, secan más rápido. Recomendado antes de dormir para no hacer el ridículo.
  • Alcohol: Alivia cuando hay extrema picazón. Aplicar con un algodoncillo. No beber.
  • No viajar a estas zonas (si elijes esta opción no es necesario adoptar ninguna de las anteriores)

SUERTE!